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Hola, mucho gusto, soy una mujer creyente en Dios, me gusta compartir la palabra. Espero que en mi blog encuentres reflexiones útiles para tu vida y que encuentres el amor en Cristo.Si tienes un testimonio,anecdota u otro puedes participar,siempre y cuando tengas presente al Dios verdadero,y con respeto,adelante!,éste espacio es para ti, bendiciones.

domingo, 20 de diciembre de 2015

COMO FESTEJAS LA NAVIDAD ?EL VINO ES ESCARNECEDOR, LA SIDRA ALBOROTADORA,Y CUALQUIERA QUE POR ELLOS YERRA NO ES SABIO.

""FIESTAS QUE DESAGRADAN A DIOS"

“Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor.” (EFESIOS 5:10.)
JESÚS dijo que los verdaderos siervos de Dios “adorarán al Padre con espíritu y en verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren” (Juan 4:23). Jehová encuentra a quienes aman la verdad y los atrae al lado de él y de su Hijo (Juan 6:44). Nosotros tenemos el gran honor de ser parte de ese grupo. Pero aún corremos peligro de caer en las trampas de Satanás, el maestro del engaño. Para evitarlo, debemos estar vigilantes y “asegurarnos de lo que es acepto al Señor” (Efesios 5:10; Revelación 12:9). Recordemos lo que ocurrió hace siglos cerca del monte Sinaí. Cuando los israelitas pidieron a Aarón que les fabricara la imagen de un dios, él los complació y les hizo un becerro de oro. No obstante, pretendió que solo era un símbolo del Todopoderoso, pues dijo: “Mañana hay fiesta a Jehová”. Pero ¿cómo se sintió Jehová? ¿Se quedó indiferente al ver esa celebración que mezclaba la religión verdadera y la falsa? Ni mucho menos. De hecho, hizo ejecutar a unas tres mil personas que habían adorado la estatua (Éxodo 32:1-6, 10, 28). ¿Qué nos enseña este relato a quienes deseamos mantenernos en el amor de Dios? La importancia de “no tocar nada inmundo” y de esforzarnos celosamente por conservar la verdad libre de toda corrupción (Isaías 52:11; Ezequiel 44:23; Gálatas 5:9). Lamentablemente, en tiempos de los primeros cristianos también se produjeron intentos de apostasía, es decir, de desviarse de las enseñanzas verdaderas. Al principio no tuvieron mucho éxito, pues los apóstoles obraban como restricción, o freno, que lo impedía. Pero tras su muerte, los falsos cristianos, que no amaban la verdad, fueron adoptando del paganismo muchas costumbres, celebraciones y días “sagrados” que aun hoy se presentan como si fueran cristianos (2 Tesalonicenses 2:7, 10). fiestas que apelan a los deseos egoístas y promueven las creencias falsas y el espiritismo, características heredadas de “Babilonia la Grande” (Revelación 18:2-4, 23). No olvidemos que Jehová conoce muy bien las prácticas religiosas repugnantes que dieron origen a muchas costumbres populares, y que, por lo tanto, le parecen tan ofensivas hoy como ayer. Sin duda, es su punto de vista el que más debería interesarnos (2 Juan 6, 7). Los cristianos sabemos que a Jehová no le gustan ciertas fiestas. Por eso, debemos adoptar la firme determinación de no tener nada que ver con ellas. Así, al comprender que son un estorbo para mantenernos en su amor, estaremos aún más decididos a evitarlas. El mundo atraviesa una franca decadencia moral, avivada de forma directa o indirecta por Babilonia la Grande. Algunos países patrocinan fiestas anuales, como los carnavales, que incorporan bailes lascivos o incluso glorifican los estilos de vida homosexuales. ¿Sería apropiado que quienes aman a Dios vieran actos de este tipo o asistieran a ellos? ¿Demostrarían así que odian de verdad el mal? (Salmo 1:1, 2; 97:10.) Sin duda, es sabio que adoptemos la actitud del salmista que pidió a Dios: “Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil” (Salmo 119:37). En los días en que se celebre una fiesta inapropiada para el cristiano, debemos tener cuidado de no dar a entender de algún modo que la estamos apoyando. Bien dijo Pablo: “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Pero ¿qué puede decirse de las costumbres y celebraciones que no conservan ningún significado religioso, no son de carácter político o patriótico y no violan los principios bíblicos? En tales casos, queda a discreción de cada cristiano si participará en ellas o no. Por supuesto, hará bien en tener presentes las opiniones ajenas para no convertirse en piedra de tropiezo."""FIESTAS QUE DESAGRADAN A DIOS"

“Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor.” (EFESIOS 5:10.)
JESÚS dijo que los verdaderos siervos de Dios “adorarán al Padre con espíritu y en verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren” (Juan 4:23). Jehová encuentra a quienes aman la verdad y los atrae al lado de él y de su Hijo (Juan 6:44). Nosotros tenemos el gran honor de ser parte de ese grupo. Pero aún corremos peligro de caer en las trampas de Satanás, el maestro del engaño. Para evitarlo, debemos estar vigilantes y “asegurarnos de lo que es acepto al Señor” (Efesios 5:10; Revelación 12:9). Recordemos lo que ocurrió hace siglos cerca del monte Sinaí. Cuando los israelitas pidieron a Aarón que les fabricara la imagen de un dios, él los complació y les hizo un becerro de oro. No obstante, pretendió que solo era un símbolo del Todopoderoso, pues dijo: “Mañana hay fiesta a Jehová”. Pero ¿cómo se sintió Jehová? ¿Se quedó indiferente al ver esa celebración que mezclaba la religión verdadera y la falsa? Ni mucho menos. De hecho, hizo ejecutar a unas tres mil personas que habían adorado la estatua (Éxodo 32:1-6, 10, 28). ¿Qué nos enseña este relato a quienes deseamos mantenernos en el amor de Dios? La importancia de “no tocar nada inmundo” y de esforzarnos celosamente por conservar la verdad libre de toda corrupción (Isaías 52:11; Ezequiel 44:23; Gálatas 5:9). Lamentablemente, en tiempos de los primeros cristianos también se produjeron intentos de apostasía, es decir, de desviarse de las enseñanzas verdaderas. Al principio no tuvieron mucho éxito, pues los apóstoles obraban como restricción, o freno, que lo impedía. Pero tras su muerte, los falsos cristianos, que no amaban la verdad, fueron adoptando del paganismo muchas costumbres, celebraciones y días “sagrados” que aun hoy se presentan como si fueran cristianos (2 Tesalonicenses 2:7, 10). fiestas que apelan a los deseos egoístas y promueven las creencias falsas y el espiritismo, características heredadas de “Babilonia la Grande” (Revelación 18:2-4, 23). No olvidemos que Jehová conoce muy bien las prácticas religiosas repugnantes que dieron origen a muchas costumbres populares, y que, por lo tanto, le parecen tan ofensivas hoy como ayer. Sin duda, es su punto de vista el que más debería interesarnos (2 Juan 6, 7). Los cristianos sabemos que a Jehová no le gustan ciertas fiestas. Por eso, debemos adoptar la firme determinación de no tener nada que ver con ellas. Así, al comprender que son un estorbo para mantenernos en su amor, estaremos aún más decididos a evitarlas. El mundo atraviesa una franca decadencia moral, avivada de forma directa o indirecta por Babilonia la Grande. Algunos países patrocinan fiestas anuales, como los carnavales, que incorporan bailes lascivos o incluso glorifican los estilos de vida homosexuales. ¿Sería apropiado que quienes aman a Dios vieran actos de este tipo o asistieran a ellos? ¿Demostrarían así que odian de verdad el mal? (Salmo 1:1, 2; 97:10.) Sin duda, es sabio que adoptemos la actitud del salmista que pidió a Dios: “Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil” (Salmo 119:37). En los días en que se celebre una fiesta inapropiada para el cristiano, debemos tener cuidado de no dar a entender de algún modo que la estamos apoyando. Bien dijo Pablo: “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Pero ¿qué puede decirse de las costumbres y celebraciones que no conservan ningún significado religioso, no son de carácter político o patriótico y no violan los principios bíblicos? En tales casos, queda a discreción de cada cristiano si participará en ellas o no. Por supuesto, hará bien en tener presentes las opiniones ajenas para no convertirse en piedra de tropiezo."EL VINO ES ESCARNECEDOR,LA SIDRA ALBOROTADORA; Y CUALQUIERA QUE POR ELLOS YERRA NO ES SABIO ( proverbios 20:1 ).

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